'Una fuerte emoción es como una tormenta. Si miras un árbol en una
tormenta, la copa del árbol parece frágil, como si fuera a quebrarse en
cualquier momento. Tienes miedo de que la tormenta pueda desenraizar el
árbol. Pero si vuelves tu atención hacia el tronco del árbol, te das
cuenta de que sus raíces están profundamente ancladas en el suelo, y ves
que el árbol será capaz de mantenerse estable. Tú también eres un
árbol. Durante la tormenta de una emoción, no debes quedarte en el nivel
de la cabeza o del corazón, que son como la copa del árbol. Tienes que
dejar a un lado el corazón, el ojo de la tormenta, y volver al tronco
del árbol. Tu tronco está situado un centímetro por debajo de tu
ombligo. Céntrate ahí, poniendo tu atención sólo en el movimiento de tu
abdomen, y continúa respirando. Entonces sobrevivirás a la tormenta de
la fuerte emoción'.
Thich Nhat Hanh
Thich Nhat Hanh